Por: Vanessa Garcia ¡No veo la hora de divorciarme de ti! Con estas palabras Oscar terminaba una relación sentimental de más de ocho años con Carla. Una relación, que, como muchas, se consolidó frente al altar en una hermosa ceremonia religiosa frente a amigos y familiares y que poco a poco se fue deteriorando hasta convertirlos en dos extraños, infelices y miserables, que compartían el mismo techo deseando silenciosamente algún dia poder escapar. Con unas vacaciones románticas en una isla paradisiaca situada en el vasto mar caribe, Carla y Oscar intentaban, una vez más, salvar su relación de pareja. El ambiente era tranquilo y ambos estaban muy esperanzados de empezar sus tan anheladas vacaciones sin saber que la dicha duraría menos de 24 horas: Una simple discusión, un simple desacuerdo sería la gota que finalmente rebosó el vaso. Carla, desesperada, agotada mentalmente y sin energías para seguir discutiendo, se va a su habitación del hotel a descansar. Después de alguno...